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La paradisiaca Bora Bora

Bora Bora es uno de esos destinos exóticos que aún se puede visitar con la sensación de estar en otro mundo, un paraíso natural en la recóndita Polinesia Francesa. Sus mayores atractivos son sus playas, esas aguas cristalinas salpicadas de arrecifes de coral, la observación de la vida submarina y los bungalows sobre el agua.

Tales alicientes han hecho que la isla se convierta en destino favorito para pasar la luna de miel, un destino romántico, pero la afluencia de turismo es contenida, debido principalmente a la distancia que separa estas tierras de casi cualquier sitio. Y a que no es barato llegar.

Se puede considerar un destino de lujo, ya que el coste de la estancia turística es bastante alto, atrayendo de este modo un turismo de categoría superior. Para muchos es “el viaje de su vida”, para lo que han ahorrado por algún acontecimiento especial.

Bora Bora tuvo un origen volcánico, y el gran volcán del que surgieron sus tierras hoy está cubierto por un lago de aguas cristalinas. La primera sensación que se tiene al aterrizar en su pequeño aeropuerto desde Tahití es la de encontrarnos en esos folletos que hablan de paraísos de aguas turquesas y arenas claras. Posiblemente sea la laguna más bella del mundo.

Abundan los hoteles de lujo, con bungalows de estilo polinesio edificados sobre las aguas de la laguna de Bora Bora, en los que el desayuno puede llegar a bordo de una canoa. Estos espacios suelen aprovechar el entorno nativo, integrándose, dentro de lo que cabe, en el paisaje. Además de los hoteles de lujo junto al mar también se pueden encontrar pensiones más asequibles en entornos menos idílicos.

Qué ver y hacer en Bora Bora

Esta isla es pequeña, poco más de 30 kilómetros cuadrados de territorio, y la gran laguna interior que la comunica con el mar también está bordeada por el arrecife de coral. Al llegar al aeropuerto vemos la laguna y la isla principal al frente, con el monte Otemanu que con sus 727 metros es el punto más alto.

La isla grande está rodeada de “motus”, pequeños islotes alargados que suelen tener cierta anchura y vegetación. Uno de los motus más bellos y fotografiados de la Polinesia es el Motu Tapu. Desde Bora Bora se pueden observar las cercanas islas de Tahaa, Raiatea y Maupiti.

Dentro de la laguna, que podremos recorrer en canoa, en barcos con fondo de cristal, a nado o buceando, hay varios islotes. También se puede hacer una excursión hacia la barrera de coral para hacer snorkel y contemplar la rica y colorida vida submarina.

Los deportes acuáticos son la estrella de las actividades en Bora Bora. También podemos disfrutar de las puestas de sol desde un katamarán. O escoger para descansar alguna de las playas de Bora Bora, como Playa Matira al sur de la isla, la más famosa, caracterizada por sus arenas blancas y sus aguas tibias y poco profundas.

En el parque marino Lagoonarium, situado en un islote privado, se puede ver y nadar con diferentes animales, como tortugas, rayas, delfines, peces de colores…

En Le Meridien hay un parque marino de tortugas donde viven más de 100 especímenes de tortugas marinas y se puede nadar con ellas.

Vaitape es el principal pueblo de Bora Bora, donde podemos visitar el centro artesanal, o la tumba de Alain Gerbault, un famoso navegante que dio la vuelta al mundo en solitario en 1929. Podemos visitar los pueblos cercanos de Faaniu y Anau, donde también encontraremos todo tipo de artesanías polinésicas (pareos de colores, joyas de piedras y maderas, esculturas, el aceite de Monoi

El Musee de la Marine en Faanui expone unas 40 maquetas de embarcaciones: piraguas, atuneros, naves legendarias como la “Kon-Tiki”, “Bounty” y “Calypso”…

No existe transporte público. Es posible realizar safaris con jeep que conducen al interior de Bora Bora, pero el lugar también se puede recorrer en coche alquilado o, mejor, en bicicleta o en caballo, una manera más natural de introducirnos en sus paisajes y observar vestigios de templos polinesios durante el paseo.

Además podemos hacer una excursión hasta lo alto del Pahia (619 metros), tres horas de camino entre una densa y rica vegetación en la que destacan las orquídeas. Las vistas desde lo alto sobre el mar y las islas cercanas son la mejor recompensa.

En julio podremos celebrar junto a los habitantes de la isla la fiesta del “Heiva”. En cualquier hotel y rincón de la isla se realizan celebraciones y actos culturales diversos, destacando las espectaculares danzas tradicionales.

Si de gastronomía hablamos, Bora Bora cuenta con una deliciosa tradición culinaria que nos deleita con mermeladas hechas en base a frutas exóticas, cocina marinera a base de mariscos y pescados. Encontraremos una mezcla de platos franceses e internacionales y las especialidades tahitianas, muchas veces servidos al ritmo de cantos y danzas tradicionales.

Es común encontrar platos que combinan la verdura típica polinesia, el uru, los ñame (o aje), un tubérculo que suele acompañarse con pescado o carne, así como otros tubérculos cocinados en los típicos hornos enterrados tahitianos.

No nos olvidamos de las bebidas, los deliciosos cócteles como el maitai (mezcla de rones, piña fresca y Cointreau) y el Banana Coralia (plátanos frescos, zumo de limón, almíbar de fresa y nuez de coco), aunque seguro que sabéis encontrar vuestra propia combinación preferida.

Hay alternativas para comer fuera de los hoteles. Los restaurantes más conocidos están en Bahía Pofai: Bloody Mary’s, Villa Mahana, Kaina Hut… En Vaitape y Matira encontraremos snacks y opciones más económicas.

Cómo llegar a Bora Bora y recomendaciones generales

Bora Bora es una isla de la Polinesia Francesa ubicada el norte de Tahití, a 260 kilómetros de la capital de Papeete. Para llegar a ella desde cualquier punto del mundo es necesario pasar primero por Tahití. La puerta de entrada a Tahití y sus islas es el aeropuerto internacional de Faa’a.

Allí en la terminal de vuelos interinsulares podemos coger el vuelo a Bora Bora. Air Tahiti tiene cinco o seis vuelos diarios de unos 50 minutos de duración al aeropuerto de Bora Bora, Motu Mute. También hay vuelos desde Moorea, Huahine, Raiatea, Rangiroa, Manihi y Tikehau. Por mar, el acceso sólo es posible en cargueros cuyas travesías son lentas y con un mínimo de comodidades.

El aeropuerto de Bora Bora se encuentra ubicado sobre un arrecife. El pasaje incluye el traslado en barca hasta Vaitape, principal centro urbano de la isla. Son unos minutos de viaje más, aunque es el único modo de llegar a la isla principal.

Bora Bora es un destino seguro, sencillamente habremos de tomar las precauciones habituales guardando el dinero y los documentos en la caja fuerte del hotel.

Tampoco hay problemas de salubridad, por lo que se puede beber y comer con toda tranquilidad. Lo que no podemos olvidar es la protección frente al sol y las precauciones al bucear.

El idioma oficial es el tahitiano, y también se habla fluidamente el francés. En los centros turísticos también suelen hablar inglés. La moneda de Polinesia Francesa es el franco pacífico francés (XPF), aunque en muchos lugares aceptan euros y por supuesto las tarjetas de crédito. También se puede cambiar moneda en los bancos o cajeros automáticos.

La mejor temporada para viajar a Bora Bora es durante los meses de mayo a octubre, ya que el clima es fresco y menos húmedo que en los otros meses, aunque son probables las lluvias combinadas con el sol. El resto del año son habituales las tormentas huracanadas. Para el submarinismo, los mejores meses son de abril a junio.

Esperamos que con este paseo por Bora Bora en la Polinesia Francesa os hayamos abierto el apetito viajero, y pronto volveremos con nuevos viajes exóticos para que tengáis donde elegir un destino diferente.

Más información: Tahiti Tourisme
Fotos: Flickr de  rachel_thecatmickk62 y Benoit Mahe

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Algunas curiosidades de Tahití

Situado en el paradisiaco y lejano Pacífico Sur, Tahití es considrado por muchos uno de los destinos preferidos para unas vacacions primium. Pero ¿qué es lo que realmente sabemos acerca de estas islas?. Hoy queremos compartir con ustedes en AsesordeViaje.com algunas curiosidades que probablemente desconozcas sobre Tahití.

1. Los idiomas oficiales del país son tahitiano y francés. Sin embargo, el Inglés es ampliamente hablado en la mayoría de las islas.

2. Lo que comúnmente se conoce como “Tahití” o “Las islas de Tahití” es oficialmente clasificado como un país de ultramar de Francia, el cual posee su propio gobierno que supervisa todas las decisiones internacionales en nombre de la Polinesia Francesa.

3. La palabra “tatuaje” se originó en la Polinesia Francesa. La leyenda de Tohu, el dios del tatuaje, la pintura habla de todos los peces en el océano y muestra sus colores vibrantes y diseños. En la cultura polinesia, los tatuajes se consideran signos de belleza, y se aplicaron ceremoniosamente al cuerpo como una celebración de la adolescencia en épocas anteriores.

4. La mayoría de polinesios creen que la mítica isla de Hawaiki, hoy conocida como Raiatea, se levantó desde el fondo del océano y fue el comienzo de toda la vida en la Tierra.

5. El bungalow sobre el agua, que ahora se ofrece como alojamiento en muchos resorts del mundo, fue inventado en las islas de Tahití hace 45 años.

6. En Fakarava, hay una iglesia llamada Jean de la Croix completamente de coral.

7. Las islas de Tahití es el único país del mundo que tiene una bodega, Vin du Tahití, en un atolón de coral.

8. Hay 118 islas y atolones distribuidos en cinco archipiélagos.

9. Monte Temehani en la isla de Raiatea es el hogar de la flor de Tiaré Apetahi. Esta flor no crece en ninguna otra parte del mundo, a pesar de los botánicos de haber tratado de sembrar durante siglos.

10. El alfabeto de Tahiti contiene sólo 13 letras.

Foto: Flickr de cdreyes

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Algunos de lo destinos más románticos para San Valentín

Cuando uno está enamorado, iría hasta el fin del mundo con su ser amado. Yel verdadero deseo que cada pareja tiene cada San Valentín es el de seguir unidos para siempre, en cualquier lugar del mundo.

De todos modos, qué mejor plan que pasar el día de los enamorados en los lugares más románticos del mundo, cerca de la playa o de la montaña, aislados, tranquilos… ¡Suena muy tentador! Y sin dudas, será un viaje inolvidable para ambos.

Si quieres sorprender a tu hombre o a tu mujer este 14 de febrero, considera viajar a los destinos más románticos para San Valentín. Aquí seleccioné algunos imperdibles:

Tahití. Playa de arenas blancas, calor, refugios frente al mar azul transparente, noches estrelladas de luna llena… ¿Qué pareja no soñaría con vivir una luna de miel de San Valentín en Tahití y las islas de la Polinesia francesa? Este es un destino preferido por miles de enamorados cada 14 de febrero y por ello cuenta con un montón de ofertas turísticas que pueden tener en cuenta.

Bali. Una isla tropical hermosa, aislada, tranquila, llena de atractivos naturales y servicios de lujo con variadas ofertas de entretenimiento para vivir unas inolvidables vacaciones románticas. Entre sus atractivos, se encuentran sus playas, sus montañas, sus ríos, buceo. Sin dudas, el lugar perfecto para una luna de miel perfecta.

Hawaii. Uno de los destinos más románticos para San Valentín y de los más preferidos por las parejas alrededor del mundo. Las playas de ensueño, atardeceres que parecen pintados, clima tropical junto con su divertida vida nocturna convierten a las islas de Hawaii en un sitio que todos los enamorados no se podrían perder. Al tratarse de un importante destino turístico, encuentras una amplia variedad de alojamiento: desde hoteles cinco estrellas hasta hostales sencillos.

Venecia. Dejamos de lado las playas para adentrarnos en una ciudad muy romántica: Venecia, en Italia. ¿Te imaginas pasar la noche del 14 de febrero paseando por los canales de Venecia a la noche junto con tu enamorado o enamorada, a la noche y rodeados de un ambiente tranquilo y música? Sin dudas, un destino inigualable para este San Valentín.

Estos son algunos de los destinos más románticos para San Valentín. Si quieres más, no dejes de visitar Asesordeviaje.com, pues a lo largo del mes seguiremos brindándote más ideas de viajes para San Valentín.

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Los secretos mejor guardados de Tahití

Existen lugares en el mundo que aún conservan gran parte de la pureza de las regiones poco transitadas por el hombre. Hoy ponemos rumbo hacia las 118 islas del Pacífico Sur, para descubrir algunos de los secretos mejor guardados de Tahití.

Estas cinco propuestas revelan algunos de sus secretos mejor guardados.

La puesta de sol en Le Belvédère

Desde el restaurante Le Belvédere contemplaremos unas vistas inigualables del sol sumergiéndose en las aguas del Pacífico. Localizado en la isla capitalina de Tahití a 600 metros de altura, a los pies del Monte Aorai se contempla Papeete, el arrecife y la laguna, el océano y, en el horizonte, la isla de Moorea

Un paseo por los jardines de coral en Tahaa

Coge tu equipo de snorquel y dirígite a las cristalinas aguas de la conocida como “la isla de la vainilla”. Impresionantes jardines coralinos se abrirán bajo nuestras miradas atónitas. Estoy seguro que más de uno no querrá salir del agua y se pasará las horas rodeado de miles de peces tropicales de colores y la caprichosa vegetación submarina.

No te puedes perder las rosas de coral del “jardín japonés” o la sorprendente “Gruta de los pulpos”.

Tratamiento corporal a base de perlas negras y fragante vainilla

El Kahaia spa del hotel Four Seasons Resort Bora Bora ofrece un tratamiento exquisito donde tradiciones ancestrales se funden con las disciplinas y prácticas terapéuticas occidentales para equilibrar nuestro cuerpo y dejarnos como nuevos. Utilizarán el exfoliante natural “Kahaia body scrub” mezclado con polvo de las legendarias perlas negras tahitianas y esencias de vainilla nativa.

Tras preparar la piel, se recibe un masaje corporal al gusto y uno facial holístico y anti-estrés rico en algas orgánicas, todo ello con unas incomparables vistas al monte Otemanu, valles de hibiscos y la hermosa laguna.

Las misteriosas Islas Marquesas

Situado a 1.400km al noreste de Tahití se encuentra el archipiélago más septentrionalde esta región y que sólo es apto para ávidos viajeros. Su agreste y sensual naturalezam su esencia volcánica y paisajes abruptos, cautivó a Paul Gauguin, el cual pintó con colores vivios cuadros inspirados en estos parajes y que ya forman parte de la historia del arte.

Descubrir los atolones de Tuamotu en un catamarán de lujo para ti solo

Tuamotu cuenta con 76 islasatolones coralinosque surgen como un laberíntico engranaje a lo largo de un arco de 1.500 km. Lo que habrá que vigilar en este caso es el presupuesto, pero muchas de las personas que llegan hasta estas latitudes no tienen problemas para rasgarse el bolsillo.

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