El Cable Car de Wellington es uno de los mayores iconos de la capital de Nueva Zelanda: un sencillo y pequeño funicular rojo que une la céntrica calle Lambton Quay con el barrio de Kelburn, situado en una pronunciada pendiente al oeste del distrito financiero de la ciudad.
Construido en los albores del siglo XX para facilitar el acceso al próspero barrio residencial de Kelburn (donde se encontraba y encuentra el campus de la Universidad Victoria) el Cable Car se ha convertido hoy día en una popular atracción que, además de ser utilizada por los habitantes de Wellington, atrae a miles de turistas cada año.
Los coches parten cada diez minutos y el viaje dura más o menos lo mismo, pero al encanto de subirse en un medio de transporte histórico hay que añadir el atractivo de que ésta sea la forma más cómoda de llegar al Jardín Botánico y al Observatorio Carter, dos importantes atracciones turísticas de la ciudad.
El precio de un viaje de ida en el Cable Car de Wellington es de 3.50 dólares neozelandeses para los adultos y 1 dólar para los niños. El viaje de ida y vuelta cuesta 6 y 2 dólares respectivamente, pero si el día es soleado personalmente encuentro mucho más apetecible la opción de bajar a pie entre las flores y plantas del Jardín Botánico.
Foto: Flickr de Brett Taylor
Sitio Oficial: The Wellington Cable Car