La cantidad de viajes en avión crece cada día y los aeropuertos están cada vez más congestionados. Las colas frente a los mostradores o en los controles de seguridad ya están incorporadas a la rutina del viajero. Y las aceptamos con estoicismo. Pero todo esto no tiene por qué seguir igual, puede cambiar.
Agilizar el movimiento de los pasajeros desde que llegan a la terminal y hasta que pasan los controles de seguridad, es una prioridad para cualquier aeropuerto. El tiempo que se utiliza esperando en una fila para despachar el equipaje genera malestar, congestión física del espacio y un alto consumo de recursos humanos para la gestión. Además, si se usa menos tiempo en los trámites burocráticos, más tiempo le quedará al pasajero para usar otros servicios del aeropuerto y… consumir (bares, tiendas, etc.)
Los aeropuertos están virando hacia un modelo de máxima automatización del proceso de checkin en el que el pasajero juega un rol protagónico. Es el “dueño” de su checkin, desaloja más rápido el hall y de paso requiere de mucho menos personal para su atención.
La mayoría de nosotros recordamos cuando era imprescindible presentarse frente al mostrador de checkin de la compañía aérea con los billetes físicos para el control de la documentación, asignación de asiento, confección de la tarjeta de embarque o boarding pass necesaria, facturación de equipaje, emisión del comprobante del mismo, etc. Incluso un poco más atrás en el tiempo (pero no tanto) el proceso era más largo aún porque también se “destacaba” o arrancaba la página correspondiente al tramo a volar en el billete físico antiguo.
Hoy en día vemos que muchas de esas funciones podemos realizarlas nosotros mismos, desde casa, y llegar al aeropuerto con algunos pasos ganados (y tiempo). Hemos elegido nuestro asiento (o lo ha elegido la compañía aérea por nosotros), llevamos nuestro boarding pass en la mano o en el móvil. Si no has hecho los deberes, puedes imprimir tu tarjeta de embarque en las máquinas que encontrarás en el hall del aeropuerto y, si no despachas equipaje, ya puedes pasar por el control de seguridad directamente.
En muchos aeropuertos incluso han avanzado un poco mas y hay máquinas que te imprimen el marbete o etiqueta que debe llevar tu maleta con los datos de destino, vuelo, etc. La pegas en la manija de tu maleta y la dejas en el mostrador especial de checkin marcado como “Drop off”. Un poquito más ágil pero se sigue acumulando gente en los mostradores o bien para pesar y facturar su equipaje o bien para entregarlo a la empleada de la aerolínea dejándolo sobre la cinta.
Sistema automático de facturación de equipaje
Pero se va avanzando y ahora se da un paso más allá: las máquinas de facturación automática del equipaje o self bag drop.
El aeropuerto de Halifax fue el primero en contar con este servicio en Norteamérica en el 2013, y muchos aeropuertos del mundo se han sumado a esta tendencia. KLM lo utiliza en el Aeropuerto Schipol de Ámsterdam desde el 2008. En la foto de inicio vemos las máquinas funcionando en el Aeropuerto de Orly, en París, por ejemplo.
Para la mayoría de los pasajeros este sistema elimina la necesidad de “usar” un mostrador de checkin, con la consiguiente reducción de personal y otros costos derivados. También nos ahorra las filas y nos permite tener menos tiempos muertos en el aeropuerto.
De acuerdo al último informe de la SITA, un 20% de los viajeros mundiales han adoptado este sistema de facturación de equipaje. Los australianos parecen ser los más adeptos (un 26% del total de australianos viajando con equipaje facturado lo han gestionado ellos mismos.
Luego le siguen los británicos con un 24%. A los americanos les cuesta sumarse a este tren: la mayoría prefiere aún arrastrar sus carritos cargados de maletas y esperar pacientemente a que les atiendan en el mostrador. El porcentaje de adopción del sistema automático no llega al 20% del total de viajeros con equipaje a facturar. Y si bien los chinos apenas entran en la novedad hasta ahora (un 8%), se espera que así como ha crecido enormemente los checkin móviles, pronto se sumen a esta tendencia masivamente.
¿Cómo funciona?
En primer lugar, haz hecho tu checkin online antes de salir para el aeropuerto. Llevas tu tarjeta de embarque impresa de casa o en el móvil. O como última instancia, la imprimes en las máquinas a tal fin en el aeropuerto. Junto a estas últimas encontrarás las máquinas de facturación automática de tu equipaje que vaya en bodega del avión.
Una vez que colocas tu maleta en la cinta de la máquina, debes pasar por el scanner tu tarjeta de embarque. Aparecerán en la pantalla los datos de tu billete (nombre, número, destino, vuelo, asiento, etc.) y si está todo OK le das al play y se imprime la tarjeta o marbete del equipaje. La pegas, retiras el comprobante que emite la máquina y te despides de tu maleta hasta el destino.
La cinta pesa y controla las medidas del equipaje, por lo que si te pasas… te derivará entonces sí al mostrador correspondiente. Hay también máquinas especiales para equipaje voluminoso.