El Roscón de Reyes es un dulce que, aunque originariamente fue creado por los franceses (Galette des Rois), se toma en varios países hispanos y en Portugal durante el período de Navidades o el 6 de enero (día de Reyes) como sucede en España. Se trata de un dulce con forma de toroide, hecho con una masa dulce aromatizada con agua de azahar (que le proporciona un aroma característico) y adornado con trocitos de fruta cristalizada o confitada de varios colores; se suele tomar para el desayuno o para la merienda y a menudo es acompañado con una taza de chocolate.
No obstante el nombre no tiene nada que ver con los Reyes Magos, ya que las Navidades son unas fiestas que proceden de los antiguos rituales paganos y fiestas dedicadas al dios Saturno que se celebraban durante el solsticio de invierno. El nombre en verdad lo ha tomado de un juego que se hacía ya en el siglo III: practicamente se introducía una haba seca dentro del dulce y el que la encontraba era nombrado “rey de reyes”.
De todos modos la tradición de introducir “sorpresas” en la rosca existe todavía hoy, aunque es un poco diferente. Si una vez quien encontraba la sorpresa debía pagar el roscón, hoy en España el afortunado que la encuentre tendrá suerte todo el año; mientras que en México se esconde uno o más muñequitos que representan a Jesucristo y quien lo encuentre debe dar una fiesta con tamales (otro tipo de comida) el día de la Calendaria (2 de febrero).
¿Y ustedes, encontraron la sorpresa?
