Los trenes panorámicos (en los que predominan las zonas acristaladas a fin de que contemples el paisaje en todas direcciones) cada vez son más frecuentes como modo de visitar una zona particularmente bella. Es el caso del tren japonésIchibansen, que la región occidental de la Prefectura de Niigata, localizada en la isla Honshū en la costa del mar del Japón.
Viajar rodeado de vidrio da la sensación de que casi no estamos en el tren, como si levitáramos por el paisaje, pero sin abandonar las comodidades de un tren: de hecho, en el segundo vagón del Ichibansen hay un exquisito restaurante francés.
El billete individual cuesta cerca de 50 euros. La tarifa que incluye una comida o cena a bordo es de 120 euros. En total hay 45 asientos disponibles. Sin duda, una forma diferente y elegante de recorrer paisajes arrebatadores.
Como el de la prefectura de Niigata, que se extiende casi 240 km sobre el mar de Japón, desde el sudoeste hasta el noreste, con una planicie costera entre las montañas y el mar, incluyendo además la isla Sado.