Hace unos 3.ooo años Menorca era el centro de un pueblo que se conoce como Cultura Talayótica. La gran mayoría de los visitantes de la isla desconoce esto y pasan por ella atraídos por sus bellezas naturales y se pierden un gran patrimonio digno de visitar.
Hoy voy a recomendarte tres lugares de la isla donde te encontrarás cara a cara con los restos talayóticos más impresionantes que te permitirán admirar esta cultura y valorarla.
El nombre de esta cultura se origina en los talayots, torres de vigilancia que se han convertido en la construcción más popular de este periodo histórico.
Torre dan Galmés
Carretera de Son Bou. Alaior.
Uno de los poblados talayóticos más grandes de Menorca. Su centro de interpretación ofrece una introducción a la prehistoria menorquina. Se calcula que en su época de máximo esplendor llegaron a vivir en él unas 900 personas.
Torre d’en Galmés se encuentra situado sobre un pequeño cerro desde el que se puede avistar gran parte de la costa sur de Menorca. En este poblado encontramos tres talayots, una taula, varias casas, una sala con columnas que pudo ser un depósito y un sistema de recogida de agua.
Naveta des Tudons
Carretera Maó-Ciutadella, km 40. Ciutadella. (foto de inicio)
Una naveta es un tipo de monumento funerario que sólo se encuentra en Menorca. Su nombre hace referencia a la forma de nave invertida. La Naveta des Tudons fue utilizada durante el s.IX a.C. y es considerada el edificio más antiguo de toda Europa.
La Naveta Des Tudons mide 13,6 metros de larga por 6,4 de ancha. Fue descubierta y desenterrada a mediados del siglo XX. Durante las excavaciones se encontraron cuerpos acompañados de los objetos personales con que fueron enterrados, corroborando que en ella realizaron entierros colectivos.
Trepucó
Camí de Gràcia-trepucó. Maó.
Poblado talayótico en el que se pueden observar las dos construcciones más características de la prehistoria menorquina: la taula y el talayot. Con más de 5.000 metros cuadrados y la taula más grande de la isla.
Se conservan algunos fragmentos de la muralla, dos talayots, el recinto de la taula y los restos de algunas viviendas. Durante la Segunda Guerra Púnica, el poblado fue destruido violentamente y sus habitantes huyeron apresuradamente. Las excavaciones han permitido encontrar objetos domésticos en buen estado de conservación que se encuentran expuestos en el Museo de Menorca.
Otros sitios a visitar: Torralba d’en Salord, Talatí de Dalt, Torretrencada y Torrellafuda o Necrópolis de Cala Morell .