La geografía europea es tan variada que nos regala muchísimas oportunidades para sumarnos al turismo activo. Miles de rutas de senderismo, una cantidad innumerables de purgase ideales para el buceo y otros deportes igualmente atractivos.
Este verano puede ser el momento ideal para que cumplas una de esas asignaturas pendientes: echarte al agua para vencer los rápidos. Si esta actividad te atrae, toma nota porque aquí te presente 11 destinos europeos para hacer rafting y cumplir tu sueño.
El rafting consiste en descender sobre una balsa neumática, propulsado por remos siguiendo el caudal de un río. Puede haber tramos de aguas rápidas y de aguas tranquilas. Es una actividad que se realiza en grupo y para la que se recomienda siempre ir acompañados de un monitor titulado.
En un mismo “raft” o bote pueden subir de 6 a 8 personas. Por eso, el rafting es una actividad ideal para practicar con amigos, en familia o en grupos grandes. Para practicar rafting, es imprescindible saber nadar, ya que durante el trayecto es posible caerse del bote (siempre de forma segura) y que el agua supere tu altura.
¿Dónde vamos?
Más de 20 kilómetros del río Rin desde Ilanz a Reichenau encajonado en una angost garganta conocida como “el Gran Cañón de Suiza”. Rápidos categoría III-IV
Río Noce en el Val di Sole, en la provincia de Trento, Italia. Uno de los mejores recorridos europeos y el mejor de su país. El río Nace a 3.360 msnm en el Corno dei Tre Signori, en el interior del Parque Nacional del Stelvio. La mejor época es el verano y sus rápidos son clase IV-V.
El río Corhu en Turquía te espera con rápidos clase V, especialmente en mayo y junio cuando su caudal aumenta gracias al aporte de las nieves invernales de la montañas Pontic. Muy cerca se encuentran ruinas y otros puntos de interés para completar la ruta, siempre atravesando cañones y valles. Nivel experto.
El río Lütchine en Suiza está considerado como un “must” para los amantes del rafting. No es excesivamente complicado (clase III) y muy cerca de la ciudad de Interlaken.
Nos vamos al río Inn uno de los tributarios del Danubio que atraviesa Alemania, Suiza y Austria. En esta región del Tirol hay muchos puntos donde realizar rafting,ideal para hacer en familia por su infraestructura preparada y porque sus rápidos son relativamente sencillos para aprender (clase II y III).
Noruega es un escenario perfecto para casi cualquier deporte de naturaleza. Allí encontramos el río Sjoa, uno de los mejores para practicar rafting de toda Escandinavia. Puedes acampar sobre las mismísima playa del río en mitad de un paisaje lleno de valles, gargantas y recodos. Hay diversidad de niveles de dificultad ya que los rápidos van desde el nivel II al V.
Un destino exótico donde los haya: el río Katun en Siberia, en los montes Atai. De clase II y IV, los rápidos se encadenan entre remansos, gargantas y caídas de agua.
Vamos a Croacia, donde hace poco tiempo se está desarrollando servicios alrededor del rafting. Muy buena noticia, viendo la potencialidad de sus ríos para esta práctica. Por ejemplo, en el río Dobra.
Turismo activo en Eslovenia
en la región de Dalarna, en Suecia, encontramos un buen lugar donde animarse al rafting por primera vez. Un gran paisaje y las aguas rápidas del río Västerdalälven pueden ser un buen inicio para toda la familia.
Con un fácil acceso desde Praga, en el río Vlatava en la República Checa encontramos un lugar ideal para un finde de aventuras. El camino atraviesa sembrados con granjas, pequeños pueblos hasta llegar al río y lanzarse al agua a velocidad de vértigo.
En España hay muchos y muy buenos lugares donde practicas rafting. De norte a sur hay ríos y empresas dedicadas a esta práctica con experiencia y seguridad. Por elegir un lugar, me quedaría con la zona del Pirineo de Huesca ofrece uno de los paisajes más bellos para la práctica de este deporte de aguas bravas. Concretamente, en Murillo de Gállego, situado cerca de Jaca, se encuentra uno de los puntos de partida con descensos de hasta 10 kilómetros a través del río Gállego.