Cuando pensamos en pirámides enseguida nos vienen a la cabeza las Pirámides de Giza o, al menos, pirámides enclavadas en lugares exóticos y remotos. Sin embargo, en Europa también tenemos una, la única, aunque no sea muy conocida y hasta hace muy poco tiempo también estuviera en perfecto estado de abandono.
Estamos hablando de la pirámide de Austerlitz, situada en la localidad holandesa de Amersfoort. Levantada por soldados de Napoleón en 1804, la pirámide fue inspirada por la icónica Pirámide de Giza.
Levantada como tributo al emperador francés, el general Marmont dirigió la construcción de esta pirámide que descansa en una colina de tierra de 36 metros de altura. Después de que Marmont visitara la Pirámide de Giza en una expedición de Napoleón a Egipto, éste quedó tan fascinado por ella que decidió que había que construir otra en Europa, una que incluso imitara la superficie escalonada producto de la erosión.
Lo más llamativo es que la pirámide se construyó en un tiempo récord: solo 27 días, menos de un mes. Además, el vértice de la pirámide lo tocaron con un enorme obelisco de madera de 13 metros de altura. Quizás, debido al apresuramiento en la construcción, la pirámide se degradó con relativa facilidad, y el vandalismo hizo el resto para hacer casi desaparecer esta construcción única en Europa.
En 2004, sin embargo, la pirámide fue restaurada y, actualmente, se está convirtiendo en una popular atracción turística en la zona de Utrecht-Amersfoort.