No nos llevemos a engaño por el titular (es uno de esos titulares traicioneros, hay que reconocerlo). Las mujeres pueden llorar en cualquier tipo de habitación de hotel. Y los hombres también. Y pueden llorar en la calle si quieren, en un bar, en su casa, en un ascensor… en cualquier lugar. No obstante, lo que ha presentado el hotel Mitsui Garden Yotsuya es una habitación de hotel que ha sido creada específicamente para que las mujeres puedan alojarse en ellas y llorar a gusto sin nada de lo que preocuparse.
La diferencia de este hotel de Tokyo, situado en Shinjuku, es que sus habitaciones le proporcionan apoyo a las mujeres para que se puedan desahogar a gusto. Esto significa que además de una cama cómoda se encuentran con pañuelos de alta calidad y con un contenido específico dirigido a ellas. Dicho de otra manera, lo que el hotel les proporciona es una selección de películas “para llorar”.
La mala noticia para los hombres que nos lean es que el hotel solo permite que sean las mujeres quienes se alojen en estas habitaciones. No quieren que haya distracciones y desean proporcionarles a ellas la relajación de un entorno solo pensado exclusivamente para el público femenino.
Para las mujeres que se alojen en estas habitaciones también habrá productos que les permitirán quitarse el maquillaje para que cuando lloren no sufran contratiempos. Además de las películas se les proporcionan mangas para leer, imaginamos que de clara temática shojo (el manga para chicas, normalmente concentrado en historias de amor). La iniciativa parece que ha sido bien recibida entre el público, algo que tampoco nos sorprende teniendo en cuenta lo acostumbrados que están los japoneses a encontrarse con hoteles personalizados de distintas maneras.
Los precios no son muy elevados, dado que no superan los 80 euros por noche. Por ahora los administradores del hotel van a implementar estas habitaciones rigurosamente individuales durante un periodo de prueba que terminará en el mes de agosto. Si amplían la disponibilidad de las mismas es posible que dependa de la respuesta que realicen las mujeres a la idea que han tenido.
Lo que para Occidente parece una noticia absurda y surrealista, porque es así como se ha retratado en la prensa generalista, para los japoneses puede ser una buena vía de escape que les de la oportunidad a las mujeres con lágrimas acumuladas de encontrarse a gusto.