Este año trae cambios para los huéspedes de hoteles. Uno ahorrará mucho dinero a los viajeros, pero otro puede causar ciertas molestias. El primero es que las grandes cadenas hoteleras, esas que ofrecen servicios a los que viajan por cuestiones de negocios durante la semana, están adoptando las tarifas de los centros de hospedaje más pequeños y ofreciendo conexión Wi-Fi gratis. El segundo es que desde este mes dos de las mayores cadenas hoteleras en el mundo dificultan más que los viajeros puedan cancelar las reservaciones.
El acceso gratuito a Internet será un beneficio para la mayoría de los huéspedes. Los posibles ahorros de entre 10 y 15 dólares por noche pueden ser significativos en unas vacaciones de una semana, por ejemplo. Sin embargo, hay ciertas condiciones: la mayor parte de las cadenas hoteleras exigirán a sus huéspedes que se inscriban en sus programas de lealtad, lo que implica que si compartes con ellos un poco más de información personal, te permiten navegar por Internet sin cobrarte nada por ello.
A principios de 2014, el Grupo de Hoteles Intercontinental, la empresa matriz de la cadena Holiday Inn, se convirtió en el primero en ofrecer acceso gratis a Internet para todos los miembros de su programa de lealtad. Ese es un beneficio que por lo general ha estado limitado a huéspedes asiduos que ostentan un estatus elitista.
Esta medida es parte de una estrategia a largo plazo que los hoteles están poniendo en práctica para hacer que los huéspedes reserven directamente en sus sitios web o centros de llamadas en vez de hacerlo a través de intermediarios online como Expedia y Orbitz, ya que a esas organizaciones tienen que pagarles una comisión.