No importa lo que diga la psicología, todos tenemos un Peter Pan dentro. Y nosotros, los viajeros, podemos sentirnos orgullosos de sacarlo a relucir en algunos de nuestros destinos turísticos. Luego de recorrer el Museo de Louvre y sacarnos la famosa foto en la torre Eiffel, debemos descubrir algo más de París, y nada mejor que volver a sentir ese cosquilleo infantil en la ciudad más romántica de Europa.
Hay opciones para todos los gustos y bolsillos. Empecemos por el parque más famoso de Paris, Eurodisney. Para chicos y grandes, la versión europea del famoso parque de Orlando nos ofrece una visita espectacular al fabuloso mundo creado por Walt Disney. Desde atracciones solo para chicos como el Vuelo de Peter Pan hasta El laberinto de Alicia hasta aquellos que toda la familia puede disfrutar, como un paseo en barco. Esa nave no se encuentra rodeada de cualquier pirata sino que los archifamosos Piratas del Caribe nos harán sentirnos en altamar.
Si te se crees muy valiente, tienes que probar tu coraje en la caída libre en la torre más alta del parque, no apta para impresionables.
La otra opción, menos conocida y en el centro de Paris, es visitar el Pasaje Des Princes. Hoy en día se encuentra allí la juguetería francesa Village Joue Club. Es ideal para chicos y adultos que quieren recordar ciertos placeres de la infancia. Todo el pasaje, ubicado en el 5 boulevard des Italianes, alberga a este paraíso de juguetes; cada negocio tiene su temática, desde muñecas, juegos electrónicos hasta los clásicos aviones y autos de colección. Es cuestión de darse una vueltita por esta galería y elegir nuestro nuevo juguete favorito o ¿por qué no solo mirar?
De esta manera, la magnífica capital francesa se ha convertido en una de las ciudades más amigables no sólo para los adultos, sino que también para los más pequeños de la casa.