Un año después de la inauguración del Buj Dubai o Burj Khalifa,el edificio más alto del mundo, abrió sus puertas allí mismo, en el piso 122, el restaurante más alto que existe en el planeta.
Se trata del At.Mosphere que se alza a 442 metros de altura, con espacio para un total de 210 comensales y, como no podía ser de otra manera, con una vista increíble del Golfo Pérsico. Para acompañar la comida de un paisaje único y así completar una experiencia de lujo y diferente.
De este modo, el establecimiento se encuentra situado dos pisos por debajo del mirador que se alza en el sector más alto del rascacielos. Es por ello que se accede a través de un elevador de alta velocidad que recorre la distancia más larga del mundo.
Será entonces cuando ingresen al restaurante que los comensales disfruten de todas las paredes exteriores de cristal, cielorrasos de caoba, accesorios de Adam Tihany, pisos de piedra caliza y alfombras tejidas a mano, entre otros detalles de calidad, lujo y elegancia.
Pero, sin dudas, lo más importante reside en el menú elaborado por el chef Dwayne Cheer, con varias estrellas Michelin en su historial, que ha que ha pensado en ofrecer a los clientes una carta de parrilla contemporánea con productos frescos, sobre todo pescados y mariscos. Todo ello acompañado por una variada y muy cara bodega de vinos.