Una silueta destaca sobre el resto en el skyline de Singapur: se trata del extravagante edificio Marina Bay Sands, situado junto a la bahía, y que a día de hoy puede enorgullecerse de ostentar el título de “hotel más caro del mundo”.
El edificio, efectivamente, no puede tener un diseño más espectacular: tres torres que, a modo de “castillo de naipes”, sostienen lo que parece ser un barco que casi flota en el aire, a doscientos metros de altura sobre el suelo.
Además del hotel, el conjunto lo componen un centro comercial, un museo de Arte y Ciencia, teatros, restaurantes de lujo, y salas de convenciones; amén del impresionante casino que ocupa la terraza-barco de la última planta, junto con una granpiscina, jardines y discotecas al aire libre.
El Marina Bay Sands fue abierto en junio de 2010 y tuvo un coste total de 5.400 millones de dólares. Aunque se trata de un coste elevado, sus propietarios seguro sabrán amortizarlo, ya que desde su apertura se ha convertido en el hotel más caro del mundo, desbancando al Hotel Emirates Palace de Abu Dhabi.
Dadas sus características, alojarnos en una de sus 2.500 habitaciones tal vez quede fuera del alcance de nuestro presupuesto; sin embargo, los pobres mortales no tenemos por qué contentarnos únicamente con verlo de lejos, ya la terraza que corona esta gran obra es de acceso libre, y desde ella podemos disfrutar de la panorámica más impresionante del skyline de la ciudad. Un pequeño lujo, en este caso, al alcance de todos.