Hay ciudades que nacieron sin el privilegio de estar junto al mar. Tal es el caso de París, la capital de Francia, que si bien cuenta con miles de atributos para ser una de las más hermosas y visitadas del mundo justamente carece de la belleza natural de una playa.
Sin embargo, los franceses se dieron cuenta que, si no se tiene algo, se lo puede inventar y guardaron unos rinconcitos de su ciudad para dar lugar a unas exóticas playas artificiales en plena calle de París. Parecería que los parisinos están tan entusiasmados con su creación que no tienen ningún problema en cruzar la calle en traje de baño y reposera en mano para ir a broncearse. ¿Para qué viajar hasta el Mediterráneo?
Al borde del Río Sena y con árboles y toneladas de arena traídas de otro lugar, la Paris Beach es una de las atracciones de verano más importantes de la ciudad del amor. Sin dudas, una playa bastante particular y bizarra, que los franceses aprendieron a disfrutar como si fuera un oasis en medio de la gran ciudad.
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La primera playa artificial fue instalada en 2002, la segunda en 2006 y la última en este verano 2010. Esto nos demuestra que la playa ha sido un fenómeno exitoso, cuyos visitantes han crecido cada año: por ejemplo, cuatro millones de personas descansaron en ellas durante 2007.
Y tú ¿pasarías una tarde bajo el sol en las artificiales pero populares playas de París?