Peter Paul Rubens, el pintor más popular de la escuela flamenca, compró una casa en Amberes sobre la calle Wapper en 1611. Esta hermosa residencia fue su casa y estudio, y tras su muerte allá por el año 1640 fue cambiando de manos hasta quedar en el olvido y mal estado.
En 1937 fue totalmente restaurada a su gloria original y recuperó todo su glamour. En esta restauración también se recuperó su jardín secreto, que es sin duda una de las piezas más admiradas.
Incluso aunque no seas de los amantes de visitar demasiados museos en tus viajes, os puedo asegurar que recorrer el Museo de la casa de Rubens bien merece la visita para tener la posibilidad de pasear por este jardín mágico.
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Entraremos en un remanso de paz dentro de la ciudad de Amberes. Rodeados de otros edificios, nos sentiremos en un pequeño pulmón verde, donde rincones secretos y hasta un laberinto harán las delicias de los más soñadores.
Además en el interior de la casa, estílo palazzo italiano, encontraremos una galería con pinturas de gran factura artística.
No es necesario hacer la visita del interior de la casa para disfrutar del jardín. Podemos pedir al guardia que nos permita acceder directamente.
Núnca esta de más en nuestros quehaceres frenéticos diarios, detenernos, respirar y disfrutar de un ambiente bucólico y romántico como este.