El mercado aéreo brasileño ha experimentado en el último año un crecimiento realmente muy importante. En febrero de este año, 10 millones de pasajeros volaron en vuelos de cabotaje, un 43% másque en el mismo mes de 2009. Las estimaciones para 2010 es que habrá un36% más de tickets vendidos que el año pasado. En cinco años, se duplicó la cantidad de pasajeros. Pero ese crecimiento ha comenzado a tener un cuello de botella muy importante: la infraestructura aérea de Brasil no se ha renovado como para acompañar ese crecimiento.
Hace algunos días, la revista brasileña Veja, uno de los principales semanarios del país -en el estilo Time-, dedicó una nota a las dificultades cada vez mayores relacionadas con volar en Brasil. Uno de los más visibles es que los aeropuertos se encuentran constantemente poblados de pasajeros, y que carecen del espacio y de las comodidades suficientes para atender a todos de manera adecuada. Y hay que tomar en cuenta que el crecimiento de la cantidad de pasajeros transportados ya se marca como una tendencia bastante duradera. La mejora de la situación económica permite incorporar nuevos clientes. Por lo tanto, parece que ha llegado la hora de que los organismos oficiales brasileños planifiquen las mejoras necesarias para el mercado.
En la actualidad, señalan en la nota de Veja, los aeropuertos brasileños están operando un 30% por encima de su capacidad real. Y se viene el Mundial de Fútbol 2014. Las autoridades estiman que durante ese evento, el tráfico de pasajeros puede crecer un 50% con respecto al actual. Entonces: quedan menos de cuatro años para modernizar y actualizar la infraestructura aérea del país, o enfrentar un caso en el mercado doméstico.
El otro gran problema del mercado aéreo brasileño es la seguridad. Tras el accidente del avión de Gol en la Amazonía, que dejó 154 muertos en 2006, quedó bien claro que en ese tema, Brasil estaba bastante retrasado en la adopción de tecnologías e infraestructura que dieran seguridad al tráfico de aviones. Se estima que el gobierno deberá invertir 500 millones de reales para mejorar este aspecto, pero por ahora sigue sin existir una política clara al respecto.