Cuando se recorren varios husos horarios el cuerpo sufre un desajuste que puede generar malestar y problemas de sueño. Un especialista brinda algunos consejos para aminorar y prevenir el llamado síndrome del viajero.
Para Calderón de la Barca, “la vida es sueño y los sueños, sueños son”, pero cuando se cruzan varias zonas de tiempo hacia el este, el sueño se puede convertir en la pesadilla que no le permitirá al viajero disfrutar el viaje o el retorno a casa. Según el doctor George Fahed Iñigo –especialista en medicina del sueño– el jet lag, llamado en español síndrome del viajero, está caracterizado por trastornos al momento de dormir.
Esos problemas incluyen cansancio excesivo durante el día y reducción en el desempeño neurocognoscitivo.
Algunas personas presentan síntomas gastrointestinales y malestar generalizado asociado a desplazamientos rápidos a través de varias zonas de hora (time zones).
No todo el mundo lo manifiesta de la misma forma ni con la misma intensidad.
Explica el doctor Fahed, que el viaje hacia el oeste es mejor tolerado porque se atrasa el reloj del cuerpo. Ajustar el sueño es mucho más difícil cuando uno viaja hacia el este. Según Fahed, quienes se llevan la peor parte son los pilotos y el personal que los acompaña, así como los militares. Ellos tardan en reajustarse ya que en una semana pueden cruzar de 15 a 20 zonas de tiempo varias veces de lado a lado.
Lecciones de morfeo.Dependiendo del individuo, se puede mitigar el jet lag siguiendo las siguientes recomendaciones: -Antes del viaje descanse mucho. La NASA descubrió que dormir todo lo posible desde dos días antes de un vuelo reduce significativamente los síntomas del jet lag.
-Planifique. Todo el ajetreo previo al viaje puede estresarlo. Trate de preparar las cosas con tiempo y relajarse antes de emprender la aventura.
– Haga ejercicio.
Mantenga su rutina de actividad física antes del viaje y cuando llegue al destino.
-Comience a ajustarse a la nueva zona horaria. Ya instalado en el avión, cambie su reloj al horario de destino. Luego intente acomodar las comidas y ratos de sueño a esos nuevos horarios.
-Duerma tanto como pueda en el avión. Viaje con ropa cómoda e ingiera mucha agua. Evite refrescos, alcohol o cafeína.
-Durante el vuelo párese y estírese con frecuencia.
-Afloje sus zapatos.
-En el destino, trate de comer y dormir de acuerdo con el nuevo horario.
-Si no ha podido dormir en el avión, intente este recurso que practica el personal de vuelos y que aconseja la NASA: haga una siesta de menos de 45 minutos y oblíguese a levantarse una vez cumplido el tiempo estipulado.
-Expóngase a la luz solar siempre que sea posible. Estudios científicos demuestran que la exposición a luz brillante ayuda a cambiar el reloj biológico y reduce los efectos del jet lag.
Vía: EL NUEVO DÍA PUERTO RICO