Lamentablemente no es la primera vez que debemos hacer referencia a las malas condiciones en las que se encuentra el patrimonio italiano. Pompeya, la Domus Aurea, el Coliseo y, ahora, la mítica Fontana de Trevi.
Es que las noticias de la reconocida fuente indican que el último sábado varios fragmentos de la cornisa lateral izquierda, de alrededor de ocho centímetros de longitud, cayeron sin causar heridos.
Es por ello que el estado de alerta sobre el estado de la Fontana continúa a pesar de que, inmediatamente, los técnicos del ayuntamiento de la ciudad trabajaron para repararla y que pudiese volver a funcionar lo más rápido posible.
Pero sin dudas, este hecho, los anteriormente nombrados y tantos otros de similares características preocupan y abren el debate sobre el mal estado de conservación del patrimonio italiano.
Así, y ante la lluvia de críticas, el alcalde de Roma, Gianni Alemanno se apresuró a lanzar la idea debuscar un patrocinador para restaurar la Fontana de Trevi, tal y como ya ha hecho con el Coliseo. Ojalá tenga suerte. Por la Fontana, por Roma, los romanos y los ciudadanos del mundo que la disfrutan.